CAMINANDO HACIA LA PASCUA - Clinica San Camilo

La Iglesia llama a estas celebraciones de la Pascua el Triduo Pascual, palabra que alude a tres días. Son tres días, y un solo misterio. Dicho de tres maneras: son tres días, pero un mismo Protagonista. 
                                        JUEVES SANTO 
Cristo nos dice que nos amemos y que nos amemos como Él nos amó.

 ¿Cómo expresó Cristo ese amor?  Expresó el amor en clave de servicio

 Así Cristo, en el lavatorio de los pies con sus discípulos, toma el lugar de esclavo, toma el lugar más pequeño, toma el lugar del servidor y se convierte para esos hombres, que eran sus discípulos, se convierte como en el servidor, como en el esclavo de ellos.
 Pero además, les quita el mugre del camino, y les da descanso y les hace sentir en casa. Servir no es solamente hacer cosas por los demás; es acoger, hacer que el otro sienta que por fin llegó a su casa.
Cristo, a través del Pan Eucarístico, da de su propio Cuerpo a nosotros; y este regalo, esto sí que nos impresiona; porque Cristo se pone en servicio de nosotros, ya eso es maravilloso, pero que Cristo quiera visitar mi casa, tocar mi cuerpo, entrar a mi boca, volverse vida mía, esto es demasiado, eso es demasiado amor. De aquí la santidad, que es propia de nosotros los cristianos.
Y por ultimo  Cristo les dice a los discípulos: "Haced esto en conmemoración mía" 1 Corintios 11,24. Con ese mandato a los discípulos, Cristo está constituyendo a esos hombres como capaces de celebrar esos misterios, es lo que llamamos el misterio del Orden sacerdotal.
¿Yo mismo, ¿por qué estoy aquí? Estoy aquí enviado por el amor de Cristo. Cada sacerdote es un regalo del amor de Cristo, cada sacerdote.

 Hay un sacerdocio que todos tenemos, porque nuestra vida tiene que ser como una Eucaristía, precisamente porque amamos como Él nos mama; pero hay un sacerdocio que nació en ese Jueves santo, en esa Última Cena; ahí nació un sacerdocio, es lo que llamamos el sacerdocio ministerial.

                                          VIERNES SANTO 
La cruz de Cristo para los cristianos no significa simplemente una muerte vergonzosa colgado de un madero. La muerte de Jesucristo el Señor representa el pago o rescate por los pecados cometidos por la humanidad, porque no había manera humana de pagar lo que habíamos hecho de ofensas a Dios desde el principio de los tiempos hasta ahora. Esa deuda solamente podía ser pagada con la sangre del Hijo de Dios. La muerte de Cristo es camino de salvación por la forma en que muere, colgado de la cruz, por las torturas y la forma inhumana en que fue ajusticiado, por la intención de Cristo de morir por amor a nosotros y por la entrega que el Padre hace de Cristo por la salvación nuestra.
Si queremos ser cristianos, tenemos que seguir el mismo camino que siguió Cristo. Sin dejar de ser felices, de vivir una vida plena y de tener el más grande amor, tenemos que purificarnos y asumir esa cruz. Para el hombre y la mujer de Dios, el camino se va estrechando y apretando en la medida en que más se definan, sigan a Cristo y se hagan del Señor. Entonces, se van despojando de cosas innecesarias y superfluas, dejan de invertir tiempo en cosas vanas y tontas, de servir al mundo en aquello que es pecado. Poco a poco se ven más comprometidos, definidos y auténticos y menos enredados en las tonterías del mundo.
                         SABADO SANTO 

¡Es verdad! Aquello que Jesús había anunciado a sus discípulos, que moriría y al tercer día tenía que resucitar, es verdad. Dios ha cumplido su promesa devolviendo a la vida a Aquél que, por amor, entregó su vida en la cruz para perdonar nuestros pecados. Feliz culpa que mereció tal Redentor.. En esta noche santa, la más santa de todas las noches, entramos con aquellas mujeres en el sepulcro y lo encontramos vacío. ¡Cristo ha resucitado!
La luz de Cristo ilumina nuestras tinieblas. Ayer, Viernes Santo, dejábamos este templo en penumbra. Cristo reposaba muerto en el sepulcro. La tierra entera guardaba silencio y quedaba en tinieblas. Esta noche hemos entrado de nuevo en este templo que estaba oscuro. Pero una luz, una llama de fuego que desde el cirio pascual se ha ido propagando por toda la Iglesia, ha iluminado nuestras tinieblas.

El agua pura de nuestro bautismo. Un tercer signo de esta noche santa, además de la luz y de la palabra de Dios, es el agua. El agua, que en otro tiempo significó castigo y muerte, como en tiempo de Noé, es ahora para nosotros la fuente de la vida y signo de purificación. Con la luz del cirio pascual bendeciremos la fuente de agua del bautismo. Esta agua nos limpia de nuestras culpas y nos da la vida nueva de los hijos de Dios.

                                     DOMINGO DE PASCUA 

Pero lo más importante para nosotros no es el cómo fue la Resurrección de Jesucristo, lo realmente importante es que nosotros hagamos de nuestra fe en la resurrección una experiencia vital que nos impulse a vivir como personas resucitadas, en comunión espiritual con el Resucitado. 

  Dios nos resucitará, como resucitó a Jesús, en nuestro último día, y nos juzgará según nuestras obras y su infinita misericordia. Nuestra fe y nuestra esperanza en la resurrección pueden y deben iluminar nuestro difícil caminar aquí en la tierra.
 La vida ha vencido a la muerte. Cristo ya no está entre los muertos, ha resucitado y está vivo y presente en medio de nosotros. La tumba vacía es signo de la Resurrección 
              
                 ¡¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCION!! 

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